Las tarjetas gráficas Quadro de NVIDIA son ampliamente conocidas por su rendimiento superior y su precio elevado, lo que las ha convertido en un objeto de deseo para muchos entusiastas de la tecnología. Sin embargo, la verdad es que a menos que seas un profesional que trabaja en industrias que requieren una alta precisión y cálculos gráficos intensivos, como la animación 3D, la arquitectura o la ingeniería, es posible que no necesites invertir en una Quadro.
Es importante entender que las tarjetas Quadro son diseñadas y comercializadas para aplicaciones específicas de la industria que requieren una precisión numérica de punto flotante de doble precisión y características especiales como la corrección de errores y un gran soporte de memoria. Son ideales para trabajar con grandes conjuntos de datos y realizar cálculos gráficos complejos. Pero, ¿y si sólo quieres crear ensambles en solidworks, animar en maya, crear mapas en photo shop y jugar o hacer un poco de edición de video en casa? ¿Realmente necesitas una Quadro?
La respuesta es no. Las tarjetas gráficas para consumidores como las de la serie GeForce de NVIDIA o las Radeon de AMD ofrecen un rendimiento más que suficiente para la mayoría de las aplicaciones de entretenimiento y multimedia. Y lo mejor de todo es que lo hacen a una fracción del coste de una Quadro.
Además, si bien las Quadro están optimizadas para software específico de la industria, esto no siempre se traduce en un rendimiento superior para las aplicaciones de uso común. De hecho, es posible que notes que una tarjeta GeForce o Radeon más barata se desempeña igual de bien, o incluso mejor, en tus juegos o software de edición de video favoritos.
Por lo tanto, antes de dejarte llevar por el resplandor del marketing de las Quadro, recuerda que lo más importante es identificar tus necesidades y hacer una elección informada. Si no eres un profesional que requiere la máxima precisión y rendimiento, puedes ahorrar una cantidad significativa de dinero eligiendo una tarjeta gráfica más orientada al consumidor sin comprometer demasiado el rendimiento.
Recuerda revisar que sea una laptop de fácil mantenimiento, para que te dure toda la carrera.
Como estudiante, deberías pensar en el retorno de la inversión (ROI). Busca una laptop que sea confiable, duradera y que cumpla con tus necesidades académicas sin desgastar tus ahorros. Hoy en día, te recomendamos un equipo con al menos 16 GB de RAM, un procesador Ryzen 5500U o una tarjeta gráfica dedicada como la MX450. Si bien una laptop gamer puede ser tentadora, recuerda que un uso intensivo de juegos puede desgastarla y no querrás que tu herramienta principal de estudio se degrade antes de que termines tu carrera.
Una laptop básica y una consola de juegos podrían ser la solución ideal para equilibrar el estudio y la diversión. Sin embargo, hay otra opción que podrías considerar, especialmente si la portabilidad es una prioridad para ti: la nueva Asus ROG Ally. Con su AMD Ryzen Z1 Extreme y 16GB de RAM, es una excelente opción para aquellos que necesitan un dispositivo de alta calidad para jugar y estudiar. Cuenta con una impresionante capacidad de rendimiento y un diseño ergonómico para largas horas de uso, sin mencionar que ha obtenido excelentes críticas.
En nuestro próximo post, nos sumergiremos más profundamente en la portabilidad, discutiendo si una laptop o una handheld PC gaming como la Asus ROG Ally o la Steam Deck de Valve son la mejor opción. Manténte atento para ese análisis.